Llegué a Kambio después de 19 años de trabajo en una misma empresa, con mucho temor y con la autoestima por el suelo. Andrea no me hizo cariño, muy por el contrario, pero eso fue fundamental, me dejó lista para salir al mundo, a buscar trabajo como la mejor de las mejores.

Prueba de esto es que en sólo dos meses encontré trabajo, no más de 10 postulaciones y una sola entrevista y listo.

Andrea muchas gracias por el apoyo y la dedicación, por esas duras y cariñosas conversaciones que me hicieron levantarme, quererme y entender que yo realmente soy “seca” en lo que hago.